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"Chivo" Pavoni y "Luli" Ríos, glorias del Independiente multicampeón

Parte grande la rica historia del Rojo. Juntos tienen 6 de las 7 Libertadores que cosechó la institución (el uruguayo ganó 5) y otras tantas internacionales (del mundo de clubes, por ejemplo). Charla a puro juego, marca y títulos.

Ricardo Pavoni y Guillermo Ríos estuvieron en Paraná captando nuevos talentos para el Rojo de Avellaneda y recordaron su rica historia conquistando Libertadores, Interamericanas, Intercontinental entre tantos otros títulos. El uruguayo y el entrerriano hicieron toda su carrera en la institución y hoy son recordados como grandes glorias.

Son parte de la rica historia de Independiente y del fútbol argentino. Juntos tienen 6 de las 7 copas Libertadores que cosechó el Rojo y otras tantas copas internacionales. Pavoni debutó en el Club Atlético Defensor de Montevideo y a los 21 años llegó a Independiente a cambio de 7 millones de pesos argentinos (28 mil dólares de aquel entonces). “Ángel Perucca habla con Sande y me recomienda. Le contó que había un 3 que le iba dar resultado. Me llamaron, me probaron y por suerte las cosas salieron bien”

En tanto que el entrerriano se formó en el Club Atlético La Vencedora de Gualeguaychú “no se bien, pero creo que mi pase al Rojo salió 50 o 50 pesos, una pequeña diferencia con el Chivo, además de las diferencias de calidad futbolística y los títulos que consiguió”.

“Llegué luego de varias pruebas. Hice dos en Buenos Aires, después fue Independiente a Gualeguaychù con una división contra un seleccionado de Gualeguaychú. Me fue bien, luego me convocaron a un amistoso y quedé”, recordó Luli Ríos quien además reconoció que si bien siempre jugó de 3 nunca le gustó esa posición. “Empecé como delantero, pase de volante por afuera, de 5 que es lo que me gustaba, pero terminé de 3”,

La línea de defensores siempre marcó una identidad en el jeugo de Independiente y suplantar al Negro Enrique, por ejemplo implicaba una gran responsabilidad. “No lo movía nadie porque estaba en un momento bárbaro. Pero me tocó debutar justamente en la copa para cubrirlo por lesión”, contó Luli.

En esas épocas del 60, 70, 80 los equipos salían de memoria “Santoro, Comiso, López y yo jugamos durante ocho años. Eso era lo distinto porque hoy hay muchas más posibilidades. Yo inicie con Hacha Brava Navarro (Rubén Marino Navarro) y Jorge Maldonado, esos monstruos que te indicaban el camino de lo que era el club, lo que quería el club, cómo había que hacerlo para el club”, reconoció el Chivo.

Las formas de juego, los equipos, el manejo del grupo y muchos otros aspectos se han modificado a lo largo de los años en el fútbol. “En la actualidad se nota una mayor velocidad, hay mayor choque. El jugador que es clásico, que puede ser enganche, que generalmente es el mejor, es un jugador también que se tira atrás y arranca. Hoy está bastante variado todo ese sistema”, analizó Pavoni.

“Se corre un poquito más, algunos corren más de lo que juegan. En los equipo que me tocó integrar no era mucho de pasar el marcador de punta, porque tenían muy buen medio campo y muy buena delantera”, sostuvo Ríos.

Ricardo Bochini fue un indiscutido de su época y ambos tuvieron el privilegio de compartir equipo y juegos con el Bocha. “Siempre fue un distinto, tuvo cosas que también hacía Maradona y que hace Messi”. “Otro distinto fue el Burrito Ortega, que te jodía la cintura o Manteca Martinez que no podía no tener una en toda la tarde, pero la que tenía la mandaba al arco”, destacó.

“Nosotros jamás lo hacíamos bajar a marcar en un córner ni en un tiro libre. Ahora cuando la agarraba él uno solo tenía que mirarlo porque arrancaba y era muy veloz con los pies”, contó el Chivo.

“El Bocha tenía cuatro ojos, no era de hacer goles cerca del área y eso que no le pegaba muy fuerte, se entendía a la perfección con Daniel (Bertoni). Era tan inteligente que él sabía cómo se movía el contrario. Sin saberlo, él conocía al rival. El único problema que él tenía era con Merlo. Sí, porque Mostaza lo tenía siempre cerca. Lo volteaba, lo empujaba, lo cortaba y eso lo fastidiaba Fue el único jugador que le complicó la vida”, sostuvo Pavoni.

REY DE COPAS

Ricardo “Chivo” Pavoni es uno de los históricos jugadores que posee en su historial 5 copas Libertadores de América (1965,1972, 1973, 1974, 1975), 3 Interamericanas (1973, 1974, 1976) y una Intercontinental (1973).

“Llega un momento que te acostumbras. La gente siempre quería una cosa y nosotros sabíamos que la prioridad era la copa”, señaló Pavoni. “Cuando entrábamos en cuartos de final o semifinal, ya sabíamos que la gente iba a empezar a llenar los estadios porque quería que llegáramos a la final. Felizmente siempre llegábamos”.

De las cinco Libertadores, el Chivo reconoció que la más costosa fue ante Colo Colo en 1973. “En Chile se vivía un momento complicado y el fútbol era un escape a esa situación. Nos pasó que terminó el primer tiempo y nos cerraron el túnel que estaba en un córner, tuvimos que pasar por la platea donde los hinchas nos escupían, nos pegaban trompadas, nosotros también devolvíamos”, recordó.

Ese partido terminó empatado y pasaron al tercer juego que se disputó en Montevideo. “Ese partido fue una descarga total de lo que habíamos sufrido y lo que nos costaron esos partidos”.

“Mal acostumbraron a la gente”, dijo Luli quien consiguió la Libertadores de 1984, una intercontinental (1984), dos Supercopa Sudamericana (1994 y 1995) y la Recopa Sudamericana de 1995.

UN PAÍS FUTBOLERO

Uruguay, pese a tener una población mucho más chica que nuestro país siempre se ha caracterizado por otorgar una gran cantidad de futbolistas a todo el mundo. Eso es parte de lo que llaman la garra charrúa.

“Creo que el jugador uruguayo tiene mucho amor propio. Está siempre en la espera de esa oportunidad de llegar a primera o de ir a jugar afuera, por eso es muy responsable, trabaja muchísimo, trata de hacer las cosas bien y se fija mucho en los jugadores de su misma posición”, destacó el montevideano Ricardo Pavoni.

Ese interés por mejorar y seguir progresando es algo que el Chivo le inculca a los pibes de inferiores. “Yo les digo que lo que les sale bien lo perfeccionen, no que quieran hacer cosas raras. Y les suelo decir que no muestren sus cartas de entrada, qué el rival primero muestre lo suyo entonces así puede saber si es rápido, si es lento, después de 15 minutos si que despliegue lo suyo”, explicó.

Y ante el nuevo proceso en la selección uruguaya, con Marcelo Bielsa a la cabeza, el Chivo confía que habrá buenos resultados. “No lo conozco personalmente, pero sé que es una persona muy seria, muy trabajadora y es bastante insistidor en que las cosas las hagan bien. Ojalá le traiga buenos resultados”.

LA RIVALIDAD CON RACING

El clásico de Avellaneda siempre fue rudo y con mucha pica dentro y fuera de la cancha con hinchas muy pasionales. Hoy ese odio o deseo que al otro le vaya mal está muy presente, pero por aquel entonces, década del ‘60, ‘70 u ‘80 era otra la situación. Adentro de la cancha daban todo por ganar, pero luego de los 90 minutos todo era distinto.

“Nos matábamos a patadas y dábamos todo en el partido y el lunes o martes cuando íbamos a entrenar, en lo de Tita nos sentábamos a desayunar con ellos. No éramos enemigos, sólo rivales nada más”, reconoció Pavoni.

“O quizás no era desayunar, pero nos encontrábamos en la calle, nos poníamos a hablar en el trayecto al entrenamiento o nos juntábamos en algún lugar. Lo mismo pasaba con el hincha, pero hoy es distinto. Hay rivalidad de que si juego contra vos te quiero ganar, pero también con quien juegues quiero que pierdas y te volvés loco pensando en los demás más que en tu propio equipo”, sostuvo Luli.

INDEPENDIENTE

El presente del Rojo de Avellaneda es muy distinto al de hace unos meses donde estaba en juego la permanencia en la categoría. Pero en la actualidad lo futbolístico va por buen camino tras la llegada de Carlos Tevez en la conducción técnica. “Al principio costó pero los resultados lo están acompañando, ha arrancado bien y le ha dado otra cara al equipo. A la gente también le ha dado una esperanza muy importante”, sostuvo Pavoni.

“Es un tema complicado la situación en la que se encontraba el equipo. Porque por más que la luches desde abajo uno no puede hacer nada, lo que podes hacer es levantarte porque sino te pasan por arriba. Desde mi lado, que trabajo en el club, hago lo imposible para que las cosas maduren para que las cosas vayan bien. Hablamos con los jugadores que formamos, le damos consejos”, señaló el múltiple campeón

“El tema de levantar no es jugando bien, el tema es ganar. Porque yo, por ejemplo, tengo una frase que es mentira, que es jugando bien a la larga da ganancias. A mí déjame ganar y yo después juego bien”, manifestó Pavoni.

Por su parte, Luli Ríos reconoció que el presente del equipo es producto de un proceso de años donde se ha perdido esa mística que tenía Independiente. “Los buenos equipos que hubo en nuestra época contagiaban. El tema que todo fue cambiando porque el equipo cada vez lo integran menos jugadores de la casa y los salidos de inferiores duran cada vez menos. No se transmite el sentido de pertenencia”, dijo Ríos.

“Entonces es medio difícil armar los de equipos que tengan experiencia, todo eso se fue desarmando y perdiendo. Los equipos se desarman fácilmente y al volver a armarlo lleva tiempo que todo encaje nuevamente”, remarcó el entrerriano.

El fútbol argentino ha sufrido un gran cambio desde la época de jugadores como Pavoni o Ríos. Hoy los jugadores talentosos duran poco tiempo en las instituciones y buscan destinos donde sea mejor su ganancia monetaria.

“Todo lo que avanza construye, pero también modifica o destruye. Entonces cuando llega la tecnología al mundo empiezan a desaparecer los equipos o los grandes jugadores. Yo jugué 12 años en Independiente, salí 12 veces campeón, algo imposible hoy. El bocha jugó 15 años, salió 15 veces campeón. Y nadie nos vino a buscar”, señaló Ricardo.

Y añadió: “Hoy el jugador tiene mucho poder, que no era el poder que teníamos nosotros antes, pero tiene mucho poder, porque si no quiere jugar más entonces no hay más remedio que venderlo. Hay un montón de, no digo de falencia, pero sí de modificaciones que hacen beneficioso para el jugador y lamentablemente el club se pincha y tiene que arrancar de vuelta otra vez con toda la historia”

Independiente sin dudas fue el segundo hogar para el entrerriano y el uruguayo. Fueron muchos años vistiendo la casaca y consiguiendo títulos. Por eso la institución de Avellaneda significa mucho para los exfutbolistas.

“Estuve 15 años por eso es muy importante en mi vida, pasé cosas buenas, la mayoría, y algunas malas pero siempre pudimos salir adelante. Mi agradecimiento a la institución y a su gente es total”, destacó Luli Ríos

“Es muy difícil no querer a Independiente, sobre todo estando en la época que nos tocó jugar. Es difícil porque ganamos tantas cosas y sufrimos tantas cosas”, señaló Pavoni.

Y le dejó un mensaje al hincha: “Con el hincha yo soy muy agradecido por el respeto que me han tenido y no solo los hinchas de Independiente, sino de otros clubes y eso para mi es importante. Generalmente el hincha de Independiente se acuerda siempre de nuestro himno, ‘De pierna fuerte y templada, guapos para una jornada’. Entonces les digo que tengan la fe que las cosas van a salir bien y vamos a volver otra vez a los triunfos que hemos tenido”

PATO PASTORIZA

Uno de los entrenadores que marcó historia en Independiente de Avellaneda y en otros equipos del fútbol argentino fue José “Pato” Pastoriza. Pavoni lo tuvo como compañero de equipo y compartieron habitación en las concentraciones, mientras que Ríos lo tiene como su entrenador referente.

“Muchas veces, más allá de lo táctico, técnico o estratégico que pueda ser un entrenador, todo depende de cómo le llega a cada jugador, a cada equipo.Lo queel quería o pretendía del equipo los jugadores lo comprendían rápido y lo resolvían dentro de la cancha”, sostuvo Luli.

“Toda la campaña del Pato estuvimos en la misma habitación. Era un amigo, un hermano,

como dice Luli. Vos lo entendías perfectamente bien, él te agarraba y te decía, vení acá guanaco, hace lo que te diga. Y lo hacía y salía bien y vos decías, qué inteligente el pato. Era buenísimo”, relató el uruguayo.

CAPTACIÓN DE NUEVOS TALENTOS

Chivo Pavoni y Luli Ríos estuvieron en la capital entrerriana realizando pruebas a jugadores de la ciudad y localidades aledañas. Una labor que Pavoni viene realizando hace varios años en la institución de Avellaneda y oportunidad en la cual fue invitado Luli como anfitrión provincial y leyenda del club.

“Siempre aparece algún jugador nuevo, distinto o que puede marcar la diferencia. Hoy no hay muchos parámetros de físico, siempre va a depender del tipo de jugador y de lo qué se busque, de la edad, de la división que sea, porque si es más chico de estatura no hay drama. Ya cuando es para cuarta o quinta si tendría que estar mejor físicamente”, remarcó Pavoni.

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