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El talento inoxidable de Juan Cantero

De cuando las ganas de superación motivan la continuidad

Tras su paso por el Benfica de Portugal, el base paranaense tuvo un mano a mano con El Pelotazo. Su vigencia a pesar de los años, los obstáculos diarios a atravesar para estar a nivel y su forma de ver el básquet argentino en esta charla.

Los años no parecen afectar a Juan Cantero, que a sus 36 años continúa más vigente que nunca. Tras un semestre en Benfica de Portugal, el base paranaense busca nuevos rumbos para continuar por uno tiempo más en el deporte que tanto lo apasiona. Aún con hilo en el carretel, reconoció que “las ganas de superación, las necesidades económicas para mantener una familia” son los principales motivos para querer continuar en el mundo basquetbolístico. “Vamos a seguir un poco más y disfrutando de otras cosas que es lo mejor de todo”, aseguró el deportista que una vez retirado se radicará nuevamente en la capital entrerriana.

Pero todo requiere un esfuerzo extra. “Cada día requiere afinar al límite para poder estar a un nivel óptimo desde lo físico. No puedo negar que no tengo el mismo físico que a los 26 años, cuento con la ventaja de la experiencia pero tengo que buscar otras alternativas para competir de igual a igual con gente 15 años menor”, sostuvo.

“Antes las ganas surgían de manera natural, pero a esta edad influye la comida, las horas de descansos y muchas otras cosas. Si te gusta hacerlo está espectacular, pero en cierto momento después de tantos años llega un momento que por ejemplo ves a tus amigos que se hacen un buen asado y querés dejar todo de lado. He visto muchos jugadores que se retiran antes de tiempo, por eso agradezco tener esas ganas de seguir”, destacó el base.

Para Cantero la actitud de continuar en actividad, la vigencia y la mentalidad ganadora de cada deportista siempre se alimenta del exterior, de las vivencias, de los errores y aciertos. “La mentalidad creo que depende del contexto. Surge desde la cuna, la infancia, el entorno familiar, el club donde se desarrolla. Veo muchos chicos que arrastran a todo un equipo y nunca ganan, eso después con los años es difícil superar ese obstáculo. Es distinto cuando un grupo o un jugador tiene una mentalidad ganadora y gana siempre. El talento diferencia a dos personas, el que lo tiene y el que no. Si el no talentoso se mata entrenando y desarrollándose para mejorar lo supera al talentoso, al talentoso solo le hace falta entrenar y no tiene que hacer mucho esfuerzo”.

En la carrera de Cantero volvió la oportunidad de emigrar al viejo continente como lo hizo en 2003 hacia Italia y esta vez el destino fue Portugal. Pero previamente tuvo sus pasos por Atenas de Córdoba y Olimpia de Paraguay. “Todo llega a un punto de inflexión. Y se dio después de no poder seguir en Atenas tras tener una buena liga y llegar a semifinales. El DT me dijo que no me iba a tener en cuenta, por más de la edad y la experiencia que tenía, me impactó y costó. Durante una semana estuve muy negativo”, precisó.

“Lo que me ayudó ese tiempo en Atenas es tener otra perspectiva. Vos podes ser un crack pero a la hora de la firma no lo hacen porque no tienen dinero o tienen otra visión de equipo y esas cosas no lo podes manejar. A partir de eso me ayudó a tomar la decisión de no jugar en Liga Nacional por el momento”. En sus 30 partidos jugados en Benfica, hasta llegar a la final y caer ante Olivairense, promedió 6,1 puntos y 4,9 asistencias. Además registró un 37,5% en Dobles, 41,2% en Triples y 65,5% en Tiros Libres.

Pero pese a su buen presente, del país se fue con una mancha negra que motivó en parte también su decisión de emigrar. “La situación económica no ayudaba, el estar tres o cinco meses atrasado con los pagos empieza a repercutir en todo el entorno. Son cosas que no tendrían que importar para que no afecte lo deportivo y no haya una carga psicológica extradeportiva”, precisó Cantero que en suelo paraguayo destacó la organización del entorno, si bien necesitan potenciar aún más las inferiores basquetbolistas. “En olimpia cuando terminaban los partidos nos íbamos a una cama hiperbárica, algo de primer nivel”.

“Siempre pelé con la Liga (Nacional) para que sea mejor y por ahí con un alto costo. Por ahí defendía a un compañero y criticaba cosas que realmente estaban mal como el pago atrasado de sueldos, los profesionales no son los adecuados -en vez de un kinesiólogo ponían un clínico-. Y pasa que después de los 36 o 37 años sos un desocupado, si uno no tiene planificado el después . Como el caso de Lucas Goldenberg que está estudiando periodismo, hay que tener un título, ya sea un curso o cualquier cosa para abrir la cabeza y en la cancha no pensar otra cosa”

En la Generación Dorada

Juan Cantero fue parte de la mejor camada del básquet argentino, aquella que supo tener a Ginóbili, Pepe Sánchez, Oberto, Scola, Nocioni, Montecchia, entre otros, como máximos referentes. “Cuando me preguntan no chapeo con ese tema”, destacó el base que tuvo participación entre el 2009 y 2010. “No era fácil estar en la Selección, para eso tenias que tener cierto nivel y ser constante, pero hoy se prueban muchos y antes era distinto”.

El paranaense transitaba un buen momento, pero una “lesión” lo marginó del selectivo para el Mundial de Turquía 2010. “No estar en la lista por la lesión en los partidos previos fue lo peor, porque eso desencadenó muchas cosas de las cuales no estaba preparado. Me costó volver a enfocarme porque pensaba siempre en eso. Por ahí tenía buen nivel, buenos partidos pero no sentía que podía ser protagonista. Ayudó el psicólogo deportivo y me ayudaron un montón y formar una familia también sirvió para salir adelante”, contó.

El base contó la rara situación que tuvo que atravesar en relación a la desafectación del seleccionado para la cita ecuménica. “Tuve un desgarro de un centímetro en el isquiotibial en un entrenamiento y caminaba lo más normal pero después fue todo muy raro. Junto con un especialista en estudio musculares, de la clínica Rossi, me hacen una ecografía y me pregunta qué hacía ahí porque no tenía nada. Estaba con mi representante Gustavo Monela y habló con dirigentes de la selección y le dijeron que ya habían tomado la decisión de desafectarme”.

“Después no pude volver a estar en la Selección, capaz estaba para volver pero no hubo intención de convocarme. Me acuerdo que estaba en Sunchales, Argentina jugaba por el quinto puesto ante España, lo miré dos minutos y me puse a llorar, fue muy triste. Ahora lo recuerdo como anécdota, pero fue algo duro por que uno no es consciente que pasa hasta que a uno le sucede”.

Equipo Ideal

“Delfino, Nocioni, Scola, Oberto y yo. En el banco Prigioni. DT Oveja Hernández. A todos le juego con esos”, eligió sin titubear el base entrerriano ante la intención de formar el quinteto ideal con los que haya jugado. En el plano nacional eligió, incluyéndose, a Eduardo Villares, Javier Martínez (la media cancha de Sionista), Diego Lo Grippo y Jackie Rogers. DT: Rubén Magnano. En tanto, el selectivo entrerriano formaría con Cantero, Leo Ruiz Moreno, Lolo Farabello, Eduardo Villares, Tinto Serrano. DT: Fabio Denti. “Como sabía que jugábamos bien, no se metía tanto, sólo daba pautas porque nos conocía”, recordó.

“Es mucho más fácil cuando un equipo está formado por jugadores que se conocen. Cuántas selecciones del mundo tienen NBA, alguno tienen 4 o 5 NBA, pero tienen una relación de años con inferiores por ejemplo lo que permite que entre jugadores se conozcan los movimientos, si entran, si salen, dónde se ubica. Es a lo que hace a un equipo grande”, recalcó cantero.

En cuanto a su consideración, el mejor jugador que ha enfrentado es a Carlos Alberto Arroyo, de Puerto Rico. “Hacía cosas dentro de la cancha como el streetball, que tira 50 cambios en un segundo. Lo tenías que defender y el muchacho se paraba diciendo que lo dejen solo. El básquet centroamericano es muy similar al americano y cuando el equipo está en llama le empiezan a dar la pelota y la clave es que no emboque ninguna sino se arma un caos”.

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