Maximiliano Seigorman comenzó el año como el entrenador de la U19 en el Mundial de Grecia, se despidió en los octavos de final de dicho torneo y luego se integró al staff técnico de la Selección Mayor. Encaró la preparación para los Panamericanos de Lima, donde se colgó la medalla dorada, luego se alzó con el segundo puesto en el Mundial de mayores y la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. “Contento y orgulloso por este logro que es el premio más importante de mi carrera”, destacó el entrerriano.
“Terminamos siendo uno de los mejores equipos del mundo. Fuimos paso a paso cumpliendo los objetivos propuestos con los que se encararon los 60 días de preparación y que Sergio Hernández dejó en claro. Primeramente en Lima que desde el 95 no se lograba la medalla de Oro. Esto decantó en enfrentarse a las potencias que tenían como objetivos clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio habiendo dos plazas para América terminamos siendo el mejor del continente teniendo equipos realmente importantes como EEUU, Canadá, Brasil por eso fue muy importante dejar a la Argentina lo más arriba posible”, precisó Maximiliano.
El asistente y entrenador de combinados juveniles nacional reconoció que la “Argentina no cumplía la lógica de que podía llegar a ser el mejor”, pero a razón de esfuerzo, trabajo constantes y mucho convencimiento se logró la medalla plateada en el país asiático.
“A priori éramos el equipo con menos posibilidades, pero al nivel de juego, el compromiso, el sentir defender cada pelota como la última hacía ilusionar. Enfrentarse a equipos, que en teoría eran superiores, hace que uno se potencie y genera un grupo más sólido. Fue difícil porque las potencias tienen jugadores en los mejores equipos y ligas del mundo como los casos de Serbia o Francia. De los cuatros equipos semifinalistas éramos los únicos que no teníamos jugadores de NBA”, contó.
“Espero que esto se traduzca a más chicos jugando al básquet, sueño con ver cada vez mejor a los clubes. Tratar que esto genere mejores hábitos en nuestra gente, valores en la sociedad. Eso es lo más importante. Creo que Argentina tiene un potencial tremendo, con gente muy capacitada y ojalá algún día estemos mejor que ahora”, enfatizó Seigorman.
Trabajo en equipo
Además de la técnica individual de cada jugador, Hernández le imprimió a su selección toda la información recabada minuciosamente y tras muchas horas de trabajo de parte de su staff técnico compuesto por Silvio Santander, Juan Gatti, Gabriel Picatto y Maxi Seigorman.
El entrerriano allí presente conforma el trío junto a Gatti y Picatto que reúne toda la información posible de los equipos a enfrentar. “A cada informe se lo pasamos a Silvio Santander que es la cabeza de todo el cuerpo técnico de asistentes, y este se las transmite a Hernández. De esta forma se busca la mejor táctica para cada uno de los partidos. En el trabajo de equipo siempre hacemos un análisis de lo nuestro y de lo que viene. A partir de ahí se selecciona lo que creemos puede ser productivo. Ahí está la virtud del cuerpo técnico de pensar cuáles eran las situaciones”, remarcó.
Tarea que utilizaron desde la preparación en Bahí Blanca ofreciendo a cada jugador “imágenes de lo que pensábamos que podían ser las mejores situaciones para ellos, que se auto evalúen y tengan parámetros para ver cómo entrenar, lo que tenían que mejorar para sentirse cómodos”.
“Por ejemplo, Gatti se encargaba de lo individual de los jugadores rivales, no sólo los del torneo, sino datos de sus clubes, situación por situación. En mi caso era de buscar datos de como cohesionaba unos con otros, cuál era el quinteto que más usaban, cuánto tiempo lo usaban”, destacó Seigorman que además contó que en los cuartos de final, contra Serbia, el trabajo se centró sobre la figura del rival, Bogdan Bogdanovi?.
“Teníamos que buscar la forma evitar que no tenga afinidad con el resto de sus compañeros, tratando de cortarle los nexos durante el tiempo que estaba en cancha. Cada vez que se producía ese cortocircuito no lograba anotar y necesitaba protagonismo. Ese rejunte de información es una de las virtudes, que a veces sale o no. Al otro día fuimos a ver Francia - Estados Unidos viendo la cantidad de veces que jugaban un pick and roll, cuantas veces iban a la derecha o izquierda y cuantificando estos datos desarrollamos tácticas”, señaló.
Asimismo, Seigorman es consciente que dentro de la cancha los jugadores y la experiencia definen el resultado y que la tecnología es un aporte pequeño, pero ayuda. Por eso todo tipo de comportamiento es objeto de análisis y estudio para lograr un objetivo. Y puso como ejemplo a Australia que fue semifinalista. “Lleva 10 definiciones entre mundiales y JJOO. Siempre queda en el cuarto puesto. Ahí tenés que analizar qué pasa con esos jugadores cuando llegan a esas instancias. Si vos veías a España antes no era un equipo fluido, pero llegó a una instancia que logró un andamiaje tremendo con jugadores muy preparados como Gasol o Rubio que estaban muy preparados para ese momento”.
Con 42 años de edad y ya una larga experiencia en el mundo de la pelota naranja, Maxi hay transitado un largo camino hasta llegar al presente. Desde que empezó su campaña en un staff técnico con Sionista en la Liga C, el paranaense ha subido de a poco los distintos escalones y ha sabido sobrepasar los escollos propios de la profesión.
“Me pasa de ponerme a pensar en lo que pasé para llegar, creo que es parte de la formación que tiene que hacer cada entrenador y cualquier jugador. Para crecer hay que golpearse, el error es parte del aprendizaje, el aprender de la vivencia te va formando. No hay que bajar nunca los brazos y siempre hay que tener un objetivo claro. Considero que las personas que dicen las cosas y que no descansan hasta cumpliralo son los grandes ejemplos. Sin importar cuánto demore, en algún momento llega. Como dijo Jordan que tuvo que errar muchos tiros para ganar tantos anillos”, rescató.
Son etapas que implican tiempo de dedicación y estar alejado de los seres queridos. “Es lo que a uno le gusta pero sin el apoyo de la familia es complicado. Siempre hay un apoyo incondicional de ellos (Cynthia Litvak esposa, Ian y Gaia hijos). Es muy difícil porque ahora fueron 60 días, y durante el año yendo y viniendo por todo el país”. Asimismo comprende que “este esfuerzo es para demostrar que con esfuerzo y ganas uno puede superarse, me gusta que el esfuerzo personal me permita en un futuro mirar para atrás y decir que valió la pena” sentenció.
En este proceso que decantó en la Selección subcampeona del mundo implicó un gran derrotero por distintas partes del mundo. “Serbia, Grecia, Bahía Blanca, Buenos Aires, Perú, Francia, Japón y China. Fueron más de 20 ciudades”, contó el entrerriano. “Después de tanto tiempo de preparación y torneos, en un momento no te das cuenta de dónde estás. Perdés la dimensión del tiempo. Pero uno se prepara para este tipos de cosas porque siempre sabés o planificas con esa idea”, resaltó.
Jugadores que sorprenden
“Sin duda Scola y Campazzo te sorprenden en el día a día y la forma de jugar, con la energía que trabajan constantemente. Scola es el mejor deportista que he conocido, de hecho para mí aprende todos los días. Promete algo y lo cumple. Y fue el que dijo que ve llegar lejos al equipo. Es un gran referente y es importante copiar este ejemplo”, reconoció Seigorman.
Además destacó la figuras de Gabriel Deck “con un nivel superlativo”, Marcos Delía, Laprovittola o Lucas Vildozo. “Y de los rivales como los serbios o franceses que desde el calentamiento previo demuestran su calidad, como Nando De Colo”, señaló.
“Y a Sergio Hernández ojalá se le de de dirigir en las mejores ligas del mundo porque tiene un gran capacidad, no sólo él, sino otros argentinos. Lo entrenadores argentinos tienen una gran preparación en cuestiones básicas que por ahí no tenemos las mejores instalaciones u otras cuestiones, pero hay pasión. Hernández es muy solidario con todo el cuerpo técnico y siempre está potenciando”, subrayó sobre la figura el entrenador del seleccionado.